infoLibre,15 de junio de 2025.
I.- Hace veinte años, en un artículo que publiqué en el diario El País bajo el título “¿Qué le pasa a la derecha?”, ya advertí de que el PP no era el heredero de la UCD de la Transición, sino de la Alianza Popular que liderara Fraga Iribarne, la de aquellos “siete magníficos” ministros de Franco. Un partido de cuyo seno surgió más tarde el actual Partido Popular y de éste, con el tiempo, el ultraderechista Vox. Conviene recordar, para no equivocarse, que aquella Alianza no votó la amnistía de 1977 –símbolo de la reconciliación nacional–, ni tampoco el Título VIII de la Constitución, el que se refiere a las autonomías, e incluso no pocos de sus afiliados y diputados le negaron su voto al conjunto de la Carta Magna. Es cierto que una parte de aquella UCD, de su base ideológica y social, acabó integrándose en el actual PP, pero me temo que, por desgracia, son una minoría. No me imagino a los presidentes Suárez y Calvo Sotelo acusando a un gobierno del PSOE de banda de criminales, de mafia y, al presidente de su país, de capo de los hampones. Quizá se comprende mejor, al conocer esos antecedentes de nuestras derechas, el porqué de su resistencia a condenar aquella reciente dictadura de cuarenta años que asoló España, o también esa oposición radical a la Ley de Memoria Democrática. Una norma que en cuanto pueden la “derogan” en las CCAA que gobiernan con Vox, o necesitan sus votos para alcanzar la mayoría. Claro que tampoco hay que sorprenderse cuando el otro día, en una entrevista, la que fuera presidenta “ultraliberal” de la Comunidad de Madrid afirmó que a “la larga” la dictadura de Franco fue mejor que la II República.