Julio de 2022.
Los expertos pronostican que después de dos años largos de la pandemia de la COVID 19, la enfermedad está evolucionando hacia una epidemia de duración incierta cuyos efectos sobre la población, pueden asemejarse a los que produce cada año la gripe. Este relativo dominio de la pandemia se debe entre otros, a los grandes esfuerzos mundiales para frenarla y disminuir sus efectos, al desarrollo de las vacunas y su distribución masiva a la población, al menos de las zonas más afectadas del mundo desarrollado y a la aparición de mutaciones, como la Omicron, con más capacidad de infección y transmisión pero con muchas menos afecciones graves y letalidad sobre la población.