Huffpost, 20 de agosto de 2022.
En la calle hay silencio, apenas un hilillo de coches y paseantes, cielo plomizo y hojas en el suelo. Es verano en Bruselas, pero la sequía está pelando los árboles por anticipado y parece que hay calma de otoño, pero con flama. Dentro también hay paz, murmullo de papeles y de tazas de café. Pero es una paz de mentira: a Ángel Viñas (Madrid, 1941) lo rodea un infierno de documentos sobre la Guerra Civil y el Franquismo, esos que documentan sus obras, las de uno de los historiadores más respetados de nuestro tiempo.