elDiario.es, 27 de junio de 2025.
La prohibición de concurrir a concursos públicos de las empresas corruptas debería ser más contundente. Y abarcar a todo su grupo empresarial para evitar que, “hecha la ley, hecha la trampa”. Quizás sea oportuno aplicar el concepto fiscal de grupo de empresas a las sanciones por prácticas irregulares.
El argumentario de Pedro Sánchez, “la corrupción cero no existe, la tolerancia cero sí” es tan legítimo políticamente como democráticamente peligroso. Nos puede conducir a un marco mental en el que la única actuación posible frente a la corrupción sea en el terreno de los paliativos, ignorando las imprescindibles políticas preventivas.