Abril 2018
A todos los presos políticos saharauis.
En memoria de Ahmed Bujari, representante del Frente Polisario ante Naciones Unidas
Mientras escribo estas líneas, llegan noticias de violentos choques en Dajla -ciudad del Sáhara Occidental ocupada militarmente por Marruecos- entre ciudadanos saharauis y las fuerzas de ocupación. Escasos periódicos españoles publican la escueta noticia, cosa por lo demás harto “normal” cuando se trata de no informar sobre la tragedia saharaui. Demasiado raramente la prensa española se hace eco de los sucesos acaecidos en el Sáhara Occidental ocupado, y mucho menos de las manifestaciones protagonizadas por la resistencia saharaui, “normalmente” reprimidas sin piedad. Allí, en las zonas ocupadas, bajo la bota del ocupante marroquí, no hay libertad de expresión, ni de reunión, ni de manifestación, ni derechos humanos que valgan.
Las escasas noticias publicadas -todas idénticas a la versión proporcionada por la agencia EFE, ¡desde Rabat!, no desde Dajla- dicen que todo empezó con la protesta por el atropello de un joven saharaui, Abdelfatah Ahmedzain: La policía marroquí y jóvenes de la ciudad de Dajla protagonizaron violentos enfrentamientos durante la noche del sábado 24 de marzo, en los que “hubo un intercambio de piedras y explosiones de bombonas de gas (sic), y continuaron durante horas en los barrios de Barrarik, Laychat y Ksiksat”. Los jóvenes protestaban por la muerte de Abdelfatah en “un accidente de tráfico” el jueves anterior. La víctima, un “independentista” saharaui que venía siendo “seguido” (sic) por la Policía marroquí, circulaba en moto cuando colisionó con un camión. Como tantas otras veces, los manifestantes corearon eslóganes a favor de la libertad y la independencia, con el resultado de un número indeterminado de heridos (que no acuden al hospital para no ser detenidos por la policía marroquí).
Esa muerte “por accidente” es parte del enorme coste de la resistencia saharaui frente al ocupante marroquí. A los saharauis, desprovistos de su propia tierra y de cualquier derecho, el Majzén y su prensa les llaman “independentistas”, intoxicando convenientemente el lenguaje conforme a los patrones colonialistas, patrones que luego repite mecánicamente la prensa subordinada como si tal cosa, reproduciendo urbi et orbe el mensaje del ocupante.
Frente a esa versión oficiosa light (Rabat, EFE), las fuentes saharauis sostienen que la muerte del joven activista saharaui de Derechos Humanos fue un asesinato más (“un hecho sistemático desde la ocupación del Sáhara Occidental en 1975”), cuando Abdelfatah estaba siendo perseguido por agentes marroquíes. Tras el asesinato, se desencadenaron protestas masivas de la población saharaui para expresar su solidaridad con la familia del activista y su rechazo a la ocupación, reivindicando su derecho a la autodeterminación y el fin de la ocupación. Las fuerzas marroquíes reprimieron violentamente las manifestaciones y “procedieron a militarizar y estrechar el cerco sobre la ciudad ocupada de Dajla”, informa el portal The Western Sahara Times.
El lunes 26 se reanudaron los enfrentamientos con la policía de la Administración ocupante en los distritos de Um Tunsi y el barrio de Akseiquisat, según informa la Agencia de Prensa Saharaui SPS,. “Desde el lunes, la ciudad está totalmente militarizada.” “Las autoridades marroquíes recurrieron al Ejército, para evitar ser desbordados por las manifestaciones pacíficas convocadas por los activistas saharauis en la ciudad de Dajla. Unidades del Ejército marroquí fueron movilizadas desde posiciones del ‘muro militar de la vergüenza’.”
Por su parte, el Consejo de Ministros de la RASD, en su sesión del miércoles 28 de marzo, elogió la heroica resistencia pacífica de los saharauis en las Zonas Ocupadas, en el Sur de Marruecos y en los Centros Universitarios, antes de condenar la brutal represión contra las manifestaciones en la ciudad ocupada de Dajla, así como el asesinato del joven activista saharaui, Abdelfatah Ahmedzain.
Y no sólo en Dajla ocupada. También hubo manifestaciones de protesta en la ciudad ocupada de El Aaiún (de las que no ha informado la prensa española). Según el ‘Diario La Realidad Saharaui’ (DLRS), citando fuentes de la Red de Activistas Saharauis (portal Shabakat Nushatá Al Ijbariya), el lunes 26 de marzo el régimen marroquí desplegó diversos dispositivos (policía secreta, fuerzas auxiliares y policías uniformados) para arremeter contra los manifestantes pacíficos saharauis que habían salido a las calles convocados por la Coordinadora de Protección de los Presos Políticos Saharauis, Grupo Gdeim Izik. Según el portal saharaui, la manifestación se desarrolló bajo el lema «Libertad para los presos políticos saharauis». Durante los enfrentamientos se registraron más de 40 heridos de diferente consideración entre los manifestantes saharauis, según ha precisado la fuente.
Y en los primeros días de abril, muchas viviendas de los barrios saharauis de El Aaiún aparecieron con grandes pancartas colgadas de terrazas y fachadas denunciando las condiciones de detención de sus familiares y pidiendo la liberación de los presos políticos, probablemente aprovechando la presencia en el territorio de Horst Köhler, Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, evitándose así una brutal represión que “normalmente” sería inmediata. La policía marroquí cercó las viviendas saharauis.
Una organización tan reputada como Amnistía Internacional, en su informe sobre los Derechos Humanos en el Mundo en 2017, denuncia que Marruecos hace un uso “excesivo e innecesario” de la fuerza en el Sáhara Occidental contra manifestantes pacíficos que reclaman la autodeterminación del territorio y la libertad de los presos saharauis, a la vez que “no se investigan las denuncias de tortura”.
El Foro Crans Montana (FCM) en Dajla ocupada
El luctuoso “suceso” narrado al inicio de estas líneas, el asesinato de Abdelfatah, se producía tan solo unos pocos días después de que hubieran abandonado Dajla los gerifaltes que habían acudido al show mediático del Foro Crans Montana, complaciendo así a la monarquía alauí en su intento de obtener legitimidad para la ilegal ocupación militar del Sáhara Occidental desde hace ya 42 años.
El Foro Crans Montana es una organización privada fundada en 1986, en Suiza (al estilo del más conocido ‘Foro de Davos’), orientada -según su publicidad promocional- a promover la cooperación internacional, aunque en realidad actúa como potente lobby promarroquí.
Este año, al igual que en 2015, y bajo el lema “África y la Cooperación Sur-Sur”, el Foro celebró sus sesiones, entre el 15 y el 17 de marzo, en la ciudad saharaui ocupada de Dajla y, entre el 18 y el 20, a bordo de un lujoso crucero desde la bahía de Dajla hasta la ciudad marroquí de Casablanca. Es decir, turismo de placer a costa de la ocupación ilegal del territorio saharaui y el expolio de sus recursos.
Tanto la ONU como la Unión Africana, el Frente Polisario, representantes políticos de diversos países y organizaciones francesas y españolas habían condenado la convocatoria y desautorizado la asistencia a tal acto propagandístico en una ciudad bajo ocupación militar extranjera, calificándola de “violación del Derecho Internacional”. La instrumentalización del motivo y del lugar de la reunión han sido denunciados por la Unión Africana, con un llamamiento a todos los Estados miembros, organizaciones de la sociedad civil africana y demás actores implicados, a boicotear ese evento, exhortando a la citada organización suiza –que lo convoca “sous le Haut Patronage de Sa Majesté le Roi Mohammed VI”– a dejar de convocar esas reuniones en la ciudad ocupada de Dajla, pues ello “confiere una pretendida legitimidad a una ocupación ilegal y brutal que viola los derechos humanos y niega a todo un pueblo su inalienable derecho a la autodeterminación y a la libertad”. Y en ese mismo sentido se pronunciaba muy claramente el veterano movimiento de liberación Congreso Nacional Africano (ANC), partido de Nelson Mandela y actualmente gobernante en Sudáfrica, en un comunicado que recordaba a Marruecos las relaciones fraternales del ANC con el Frente Polisario y su alianza en la lucha contra la injusticia, el colonialismo y el apartheid.
El desafío a la legalidad internacional
Pero los poderosos convocantes -incluido su Alto Patrono, el rey Mohamed VI- han preferido desafiar nuevamente al Derecho Internacional y a la opinión pública internacional. Los participantes en el Foro no pueden alegar ignorancia (tan de moda hoy, al ser llamado a declarar ante los jueces) del objetivo perseguido por Marruecos, ya que el material de promoción del Foro describe a Dajla como parte del Reino de Marruecos, lo que es absolutamente falso y contrario al Derecho Internacional (dictamen del Tribunal Internacional de Justicia, de 1975; resoluciones de la ONU y la UA; sentencias del Tribunal de Justicia de la UE, TJUE, de 2016 y 2018).
El digital Espiral21, bajo el título “Crans Montana en Dajla dilapida 10 millones en medio de la pobreza”, informaba de que el Cabildo de Gran Canaria había criticado a los expresidentes Rodríguez Zapataro y Felipe González por participar en la marroquinidad del Sáhara, mientras Naciones Unidas y la UE siguen dando validez a la independencia saharaui. Y continuaba: “El expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy, asistió al acto inaugural con un discurso en favor de la marroquinidad del Sáhara. Crans Montana lanza un apagón total (black-out) sobre el aumento de las condenas del Tribunal Europeo en favor de la independencia del Sáhara español, en materias agrícola y pesquera. Las comunicaciones han sido intervenidas por las autoridades marroquíes y las conversaciones de los periodistas incorporados al Foro son vigiladas de cerca. Cuando les apetece, el Ministerio del Interior marroquí desactiva Internet y los servicios de telefonía móvil. Así funciona un foro llamado a reivindicar la marroquinidad del Sáhara [Occidental], un conflicto que dura 42 años y que Naciones Unidas sigue considerando inconcluso. Foro Dajla es una plataforma de presión para ablandar la imagen de Marruecos. Sus organizadores han escondido a posta la realidad social y económica de los residentes del Sáhara Occidental, en el que un 75% es de origen marroquí. El Cabildo de Gran Canaria rechaza la celebración del Foro, porque es una operación “cosmética y de propaganda del Gobierno de Marruecos para dar a entender que existe una situación de normalidad en el Sahara Occidental”, asegura el consejero de [Cooperación Institucional y] Solidaridad Internacional, Carmelo Ramírez. La feria económica y empresarial impulsada por un lobby suizo es “una nueva acción de Marruecos para intentar hacer ver naturalidad en una realidad que no lo es, al igual que se prestaron en el pasado dirigentes españoles como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero”, subrayó. El Foro esconde que el 90% de la población del Sáhara malvive con menos de un euro al día. Casi todos los habitantes carecen de acceso diario a alimentos de primera necesidad, como carne, verduras y pescado fresco. Crans Montana se desarrolla en la antigua Villacisneros el próximo día 20. En el evento participan unas 2.500 personas y tiene un coste superior a los 10 millones de euros, que paga en su integridad la Administración alauita con el fin de generar simpatía internacional. La organización corre a cargo de un lobby situado en Suiza, que logró convencer al Majzen marroquí (la cúpula que asesora al Rey) de colocar a Dajla en el Davos de África. “Nada más lejos de la realidad“, según fuentes cabildicias consultadas por Espiral21.”
Y en otra noticia posterior, esa misma publicación añadía: “Dajla se convirtió el pasado mes en el escenario mediático de Marruecos con periodistas españoles. (…) Marruecos gasta cada día 4 millones de euros en mantener las estructuras policiales y militares del Sáhara [Occidental], con el fin de marroquinizar el territorio y reprimir las revueltas de los partidarios del Frente Polisario que abogan por un referéndum independentista. El Gobierno marroquí no ha reparado en gastos para proclamar la soberanía del Sáhara [Occidental], como demostró este mes de marzo con la cumbre de Crans Montana, un evento que cuesta 10 millones de euros y en el que participó el ex presidente francés Nicolás Sarkozy, quien fue detenido a su llegada a París como presunto responsable de una posible financiación irregular de su partido con fondos procedentes de Libia cuando Muamar El Gadafi mandaba con mano de hierro.”
Como cabía esperar, entre los gerifaltes asistentes a dicho foro propagandístico, hubo una nutrida representación de “amigos franceses” (encabezados por el propio Sarkozy), esos que apoyan la anexión del Sáhara Occidental por Marruecos, le suministran armamento bélico, impiden que la ONU dote a la MINURSO de competencias para supervisar el respeto de los DDHH por el ocupante, o fuerzan la situación en el Consejo Europeo para que la Comisión Europea eluda aplicar las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), que dan la razón al pueblo saharaui. Se comprende así el interés del Majzén por conseguir la asistencia al mencionado Foro, en una ciudad saharaui ocupada, de cuanto gerifalte fuera posible, para aparentar de esa manera el presunto reconocimiento de la “legitimidad” de una anexión ilegal. Pero, a pesar de ello, el Derecho Internacional y la jurisprudencia derivada del mismo no se ven alterados por la instrumentalización abusiva de un show propagandístico con crucero marítimo incluido.
Incumplimiento de la legalidad internacional
El secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Ghali, considerando que la organización del Foro Crans Montana en la ciudad ocupada de Dajla constituye una “provocación”, demandó la intervención de Naciones para suspender el evento, ya que perjudica los esfuerzos para arreglar el conflicto.
Para el ex director de ACNUR, Werner Blatter, “organizar un foro Sur-Sur en una disputada ciudad del Sáhara Occidental y boicoteado por la Unión Africana es un error para el Foro de Crans Montana”, que tiene a su disposición todas las demás ciudades no ocupadas del mundo.
Ya en marzo de 2015, el digital Periodistas.es, en un artículo titulado “El foro Crans Montana, Dajla y Zapatero”, decía: “La participación del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en el foro Crans Montana, en la ciudad saharaui de Dajla -antigua Villa Cisneros española- ocupada por Marruecos, ha motivado la reacción airada del actual ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo. (…) Este foro -creado en Suiza al estilo Davos, de reflexión internacional-. (…) Zapatero es un asiduo de Marruecos, donde estuvo en noviembre de 2014 en Marrakech para participar en el II Foro Mundial de Derechos Humanos, el 5º Forum Medays en Tánger en 2012 o el 34 Forum (Moussem) cultural internacional en Asilah en julio de ese mismo año 2012. Además suele hacer visitas privadas a Tánger, como también hiciera el expresidente español y también socialista Felipe González.” Y continuaba:
“Recuerda el ministro español García-Margallo que celebrar “reuniones internacionales en territorios ocupados es ilegal conforme al derecho internacional” y está “en contradicción con los esfuerzos de la comunidad internacional para resolver el conflicto del Sahara Occidental. Añadir que la Unión Africana ha pedido cancelar el foro ya que considera que defiende una solución al conflicto del Sáhara contraria al derecho internacional. (…) No solo es la UA la que pide la cancelación del foro, sino también la Unión Europea, Unesco o la propia ONU que, como se sabe, desde el año 1991 mantiene en el Sáhara a la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental). (…) Por su parte, la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara) ha convocado una concentración de protesta ante la sede federal del PSOE. CEAS-Sáhara considera que, con su intervención en ese foro, el expresidente español se convierte en “cómplice de la ocupación marroquí del Sáhara Occidental.”
No se entiende que, con el rechazo de la ONU y de la UE, y el reiterado llamamiento de la Unión Africana a boicotear dicho Foro, desde 2015, personalidades españolas relevantes se prestasen a complacer al Majzén con su asistencia. El propio expresidente francés Nicolás Sarkozy asistió en calidad de “invitado de honor”. A su regreso a la madre patria le esperaban otros honores diferentes, la “custodia policial” bajo la imputación de financiación ilegal con dinero proporcionado por el entorno de Muamar el Gadafi para su campaña presidencial, en la que finalmente resultó elegido. Pero Sarkozy no era el primero. Antes que él, también el expresidente galo Jacques Chirac se benefició de la ‘ayuda’ de Hassan II de Marruecos… que luego la tiranía marroquí se cobró con creces, como recuerda el blog Desde el Atlántico. Igual que Hillary Clinton, cuya Fundación recibió del régimen alauí doce millones de dólares para su campaña electoral; con la diferencia de que H. Clinton no resultó elegida ni ha sido imputada. Pero ahora, el régimen alauí, una vez fracasada su apuesta por su favorita Clinton, tendrá que vérselas con John Bolton, recientemente nombrado consejero de Seguridad Nacional por el presidente Donald Trump. Bolton trabajó con James Baker -entonces Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental- en una posible solución al conflicto del Sáhara Occidental (el Plan Baker), que Marruecos frustró y rechazó, bloqueando y paralizando el proceso de solución, con el consiguiente enfado del equipo Baker-Bolton.
Al mismo tiempo que Crans Montana desplegaba su escenario mediático en Dajla ocupada, el Frente Polisario protestaba ante el digital “Canarias-Semanal” por haber censurado artículos que denunciaban las maniobras de presuntos miembros del lobby promarroquí y la asistencia al mencionado Foro, a pesar de las críticas y rechazos a su celebración. Mediante un comunicado remitido a la Redacción del semanario, la Delegación Saharaui para Canarias expresaba «su sorpresa por las airadas reacciones de ciertas instituciones por la publicación de algunos artículos donde se expresan opiniones basadas en el dictamen del Tribunal de Justicia Europeo y las injusticias que se han estado y se siguen cometiendo contra el derecho del pueblo saharaui».[[1]]
Ante la manipulación y la intoxicación informativa, el propio Cabildo de Gran Canaria hubo de salir en defensa del pueblo saharaui (“El Cabildo rechaza la celebración del Foro Crans Montana en Dakhla para hacer ver que existe normalidad en el Sahara”), como también lo hizo personalmente el propio Consejero de Cooperación Institucional y Solidaridad Internacional, Carmelo Ramírez, mediante un oportuno artículo titulado “Marruecos incumple la legalidad internacional en el Sahara Occidental”, publicado en la web del Cabildo y en eldiario.es, y reproducido después en la Red.
La mayor parte de la prensa española silenció todo esto, sometidos como están algunos medios a las presiones del lobby promarroquí, si es que no ‘untados’ por los aledaños del Majzén. Hasta donde sé, sólo el digital canario “Espiral21” se atrevió a hablar del dispendio de 10 millones de euros para organizar tan infausto foro. Pero, afortunadamente, este año no hubo fotos, en la prensa española, de Zapatero con el mapa del “Gran Marruecos” a sus anchas espaldas ni de Felipe González mintiendo en sus discursos.
Salvo la espuria y habitual propaganda del Majzén sobre el número y rango de los asistentes al susodicho Foro, al común de los mortales nos ha resultado imposible encontrar siquiera un solo texto de las (suponemos) numerosas intervenciones realizadas y ponencias presentadas por parte de tanto experto y distinguido asistente para solucionar los importantes problemas del mundo, como se anuncia en la propaganda publicitada. Lo que sí hemos encontrado, a falta de textos académicos serios y comprometidos, ha sido la foto del lujoso crucero surcando ilegalmente las aguas del Sáhara Occidental, en viaje de placer, trasladando a los esforzados asistentes desde la ocupada Dajla saharaui hasta la ciudad (ahora sí) marroquí de Casablanca, para disfrutar de un merecido descanso después de tan agotador esfuerzo en las extenuantes sesiones académicas de exposición de documentos e intervenciones orales de los “expertos mundiales” en Dajla ocupada. Aprovechen, lectores, para ver esa fotografía, ese vivo testimonio que habla por sí mismo y que no hace falta explicar más (“res ipsa loquitur”, «el evento habla por si solo», recordaba Frank Ruddy, embajador de Estados Unidos y Vicepresidente de la MINURSO). Aprovechen, antes de que ‘desaparezca’ de Internet, como los artículos sobre las maniobras del lobby promarroquí que tanto molestan a los jefes del establishment.
En definitiva, no sabemos de qué se ocupó ni qué importantes asuntos resolvió el FCM en la ciudad ocupada de Dajla, pero sí sabemos de lo que no se ocupó.
De lo que no se ocupó el Foro Crans Montana en Dajla ocupada: los presos políticos saharauis
Los presos políticos saharauis son las víctimas más directas y más ‘visibles’ –es un decir- de la represión y la violación de los derechos humanos por las fuerzas de ocupación, en particular, el Grupo de Gdeim Izik, sobre el que pesan condenas de cadena perpetua. Y precisan todo el apoyo y la solidaridad hasta conseguir su liberación. La represión del ocupante marroquí es cotidiana y abarca un vasto espectro de violencia multidimensional, física, económica, política y cultural, consecuencia obligada de la ocupación. Pero de este tema no se ocupó el FCM. No interesaba.
El Consejo de Ministros de la RASD celebrado el 28 de marzo pasado llamó la atención sobre la grave situación de los presos políticos saharauis de Gdeim Izik en huelga de hambre y urgió a Naciones Unidas a pedir la excarcelación de todos los presos políticos saharauis en cárceles marroquíes.
La Liga para la Protección de los Presos Saharauis en cárceles marroquíes (LPPS), que ya había denunciado las condiciones infrahumanas en que viven los presos políticos saharauis en esas cárceles y condenado la sistemática represión en las Zonas Ocupadas del Sáhara Occidental, alertaba del deterioro del estado de salud del Grupo de Gdeim Izik, en huelga de hambre ilimitada desde el 9 de marzo, en tres prisiones del país ocupante (Kenitra, Ait Melloul y Tata). Los presos demandaban mejoras en sus condiciones de reclusión y su traslado a cárceles de sus comunidades, en el Sáhara Occidental, cercanas a sus hogares (algunos están a más de 1.000 Km de sus familias). Su situación, agravada por el maltrato, provocaciones y castigos, era calificada de “alarmante” por la LPPS.
Hace tan sólo un par de meses, 26 eurodiputados –de cinco grupos parlamentarios y nueve Estados miembros- denunciaban la situación de los presos políticos saharauis y solicitaban la mediación de la UE. En una carta dirigida a la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, diputados europeos de Eslovenia, España, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia instaban a la Alta Representante de la UE a intervenir para terminar con los malos tratos y torturas infligidas a los presos políticos de Gdeim Izik, y apelaban a su liberación inmediata. Los eurodiputados subrayaban el preocupante estado de salud de los presos en huelga de hambre desde hacía semanas y denunciaban su confinamiento forzoso en minúsculas celdas aisladas de “castigo” (conocidas como “ataúdes” …).
Incluso Amnistía Internacional había emprendido, en noviembre de 2017, una campaña internacional en favor de los presos saharauis.
Muy recientemente, la delegada saharaui para España, Jira Bulahi, ha dado la voz de alarma ante la extrema situación de los presos políticos saharauis, en un comunicado dirigido a la sociedad española y a los medios de comunicación: “Los presos políticos saharauis en cárceles marroquíes sufren un grave deterioro de su salud y su estado es extremadamente crítico.” La delegada del Polisario para España, señala que, después de haber sufrido en febrero pasado el fallecimiento del miembro de Gdeim Izik Mohamed El Ayubi, se enfrentan ahora al agravamiento de la salud de estos presos, “lo que sin duda producirá secuelas permanentes en su ya delicado estado”, tanto físicas como mentales, “tras años de confinamiento en terribles condiciones de aislamiento”. Y denuncia “el desprecio a los Derechos Humanos de los presos políticos saharauis por parte de las autoridades penitenciarias de ocupación.
“El Ayubi padeció todo tipo de torturas”, denunciaba, a finales de febrero, la observadora judicicial Cristina Martínez, en los digitales Contramutis (“contra el silencio”), piensaChile, TerceraInformación y un montón de sitios más: “Mohamed El Ayubi, saharaui, uno de los 24 presos de Gdeim Izik, ha muerto en El Aaiún. Le condenaron a 20 años en un juicio militar tan absurdo que la propia Justicia marroquí lo anuló, exigiendo la celebración de un nuevo juicio. Fue puesto en libertad, para que no se les muriese en la cárcel.” Lean esta breve pero escalofriante denuncia en la Red.
CEAS-Sáhara, la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara, también ha expresado máxima preocupación ante el grave deterioro de la salud de los presos políticos saharauis tras varias semanas “en huelga de hambre ilimitada reclamando el fin de las medidas ilegales e inhumanas aplicadas contra ellos, que producirán secuelas permanentes en su ya delicado estado de salud física y mental tras años de confinamiento en terribles condiciones.” «Denunciamos el desprecio de los derechos humanos de los presos políticos saharauis por las autoridades penitenciarias de ocupación, la falta de atención médica y una nutrición adecuada, además de la privación del derecho de visita de sus padres…”. CEAS hace “un llamamiento a la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental) para que vele por el estricto cumplimiento de la legalidad internacional en relación al tratamiento de las personas presas y el cumplimiento de sus derechos humanos.”
A finales de marzo, el Frente POLISARIO, a través del ministro delegado representante del Frente Polisario para Europa, Mohamed Sidati, alertaba a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, sobre la «gravedad de la situación» en que se encuentran los defensores de los derechos humanos saharauis. «Reiteramos la alerta que emitimos el 15 de marzo en una carta a la Unión Europea, en particular a la Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la Sra. Mogherini». En su carta, Sidati advertía a la máxima responsable de la diplomacia europea sobre las “graves» violaciones de los derechos humanos en el Sahara Occidental ocupado, subrayando que la situación actual «excede el umbral tolerable». «Dispersados en varias prisiones en Marruecos y a menudo confinados, estos prisioneros ahora están sufriendo una muerte lenta debido a la negligencia, la indiferencia y el maltrato de sus carceleros, su salud está empeorando día a día”. El ministro saharaui lamentaba la actitud de la Comisión Europea, que «todavía no ha reaccionado» ante tan graves acontecimientos, y denunciaba que Europa mira para otro lado y «se apresura a concluir acuerdos con Marruecos que incluyen al Sáhara Occidental ilegalmente, en desprecio por la Justicia europea”.
A los participantes en el Foro podían haberlos llevado a visitar a los presos políticos saharauis –algunos de ellos llevan ya un mes en huelga de hambre-, en lugar de pasearlos en un lujoso y costoso crucero, ocultándoles la verdadera situación de una población invadida, reprimida y maltratada.
Pero no. Tras la partida del lujoso buque hacia Casablanca, nada ha cambiado en Dajla. Ni en el resto del Sáhara Occidental ocupado. La misma ocupación, la misma represión, la misma ausencia de respeto por la ley internacional y los derechos humanos. Los participantes en ese évenement ni siquiera han fregado un plato. Han estado allí y se han vuelto –algunos, de tapadillo– como habían venido, no sólo sin arreglar nada, sino contribuyendo además a sostener el crimen de la ocupación marroquí y el sufrimiento de la población saharaui.
Claro que, frente a los placeres del crucero por el Atlántico saharaui, tampoco se le ocurrió al Majzén, ni a tanto preclaro experto mundial, viajar hacia el interior del territorio no autónomo ocupado, hacia el Muro de la Vergüenza, el más grande muro defensivo del mundo, más de 2.700 kilómetros plagados de millones de minas asesinas (2.500 víctimas contabilizadas), blindados, artillería, dispositivos tecnológicos de última generación y cientos o miles de soldados marroquíes, partiendo en dos el Sáhara Occidental y al pueblo saharaui, familias, padres, madres, hijos, nietos, jóvenes y ancianos. Esa tan cruel como tangible realidad, ¿la ha olvidado Crans Montana? ¿La han olvidado los gobernantes, marroquíes, españoles, franceses o estadounidenses? Esa experiencia, viajar al Muro de la Vergüenza, ¿no les resultaría reconfortante? ¿No les serviría para enseñar la foto de tan enorme proeza a sus hijos y nietos?
¿No les gustaría hacerse una foto en la ‘Gran Muralla Marroquí’, levantada, con ayuda israelí y saudí, contra el pueblo saharaui y su vanguardia, el Frente Polisario, tras una cruenta guerra de dieciséis años, con miles de muertos, prisioneros y desaparecidos? Cabe preguntarse qué problemas tan importantes del mundo van a arreglar los asistentes a ese sarao cuando ni siquiera saben qué tierra ocupada es la que pisan, a quién pertenece, quiénes son sus habitantes nativos, en qué situación se encuentran, qué problemas tienen, cómo se están expoliando sus recursos naturales, qué es la legalidad internacional, etcetera. Eso no interesa al Majzén, lógicamente, ni tampoco a sus portavoces ‘cransmontanos’. Pero aquí y a ellos es obligado traerles a la memoria nada menos que al presidente estadounidense John F. Kennedy ante el Muro de Berlín gritando “¡Ich bin ein Berliner!” O al embajador Frank Ruddy, finalizando sus conferencias (“África Occidental: la última colonia en África”) con: “¡Todos somos saharauis!”
También hubieran podido llevar a tan insignes asistentes a las minas de fosfato de Bu Craa y explicarles in situ cómo Marruecos esquilma descaradamente las riquezas del pueblo saharaui, como viene denunciando, mediante un trabajo encomiable, la organización internacional WSRW, Observatorio de los Recursos Naturales del Sáhara Occidental, que ofrece información sistemática en Internet sobre los barcos que se llevan el fosfato, sus cargas, destinos y propietarios. Poco antes de la celebración del Foro, Équipe Média – Sahara Media Team informaba, en cinco idiomas, de la “Invasión de barcos piratas en el Sahara Occidental ocupado”, indicando la inminente salida ilegal del territorio de unas 250.000 Tm de fosfatos, por un valor de más de 25 millones de dólares, robados a sus legítimos dueños, los saharauis. Con ese dinero robado –y no incluimos la pesca ni otros recursos-, el Majzén puede permitirse fabricar otros cuantos lujosos foros propagandísticos más. En cambio, sus verdaderos y legítimos propietarios hoy expropiados podrían destinar esos recursos a alimentar a muchos niños y familias desnutridas del territorio violentamente invadido e ilegalmente ocupado, sacarles de la miseria, construir escuelas y viviendas, proporcionar becas de estudio a miles de jóvenes, amén de paliar o mejorar otras muchas necesidades sociales. Asunto éste que, por supuesto, tampoco ha sido tratado en el susodicho Foro.
Muy recientemente, la activista saharaui de DDHH, Aminetu Haidar, conocida ya como ‘la Gandhi Saharaui’, en su alocución ante la 6ª Conferencia Internacional sobre «El derecho de los pueblos a la resistencia: el caso del pueblo saharaui» (Argel, marzo de 2018), se refirió a la situación y los sufrimientos padecidos por el pueblo saharaui desarmado en las ZZ.OO y por los presos políticos saharauis en las cárceles marroquíes, en particular el Grupo Gdeim Izik, que está dando al mundo una lección y un ejemplo de resistencia de la lucha saharaui. “El pueblo saharaui –afirmó- continuará con su resistencia pacífica cueste lo que cueste y su determinación seguirá siendo incansable hasta que se logre la libertad y la independencia”. «La persecución, la represión y la tortura sufridas por el pueblo saharaui, por parte del ocupante marroquí, no le impedirán proseguir la resistencia hasta la consecución de la libertad y la independencia”. Y concluyó: «Aseguro a los amigos de la causa saharaui y a los que lo apoyan que nuestra resistencia pacífica continuará, aunque nos cueste la vida«.
Por todo ello, consideramos muy importante el mensaje del diputado de Izquierda Unida José Sarrión. En una extensa entrevista publicada por TerceraInformación tras el regreso de la delegación que recorrió los campamentos de refugiados saharauis en la segunda quincena de marzo, el diputado afirmaba: “Es absolutamente fundamental que la comunidad internacional cumpla definitivamente con su responsabilidad con el Sahara Occidental”. Y esa es nuestra tarea, conseguir que así sea.
Desde estas modestas líneas pedimos a los profesionales de la información que dejen de silenciar la ardua resistencia saharaui y la represión de las fuerzas marroquíes de ocupación. Y también desde aquí, enviamos nuestras sentidas condolencias y nuestro aliento a los familiares y amigos de Abdelfatah Ahmedzain, de Mohamed El Ayubi y de tantos otros a quienes sus allegados no podrán poner velitas ni flores ni peluches en el lugar del fallecimiento de sus seres queridos.