El País, 7 de octubre de 2025.
El ataque del 7 de octubre de 2023 no fue un atentado terrorista al uso. No lo digo solo por el número de víctimas mortales (1.195, más 251 personas secuestradas, muchas de las cuales han muerto), una cantidad muy superior a lo que suelen producir los actos terroristas, sino sobre todo por cómo se concibió y desarrolló la operación. El 7 de octubre, una fuerza palestina invadió y ocupó territorio israelí, rompiendo las barreras defensivas y el muro de separación de Gaza. Para ello, tuvo que movilizar a más de 2.000 milicianos de las Brigadas Al-Qassam (el brazo armado de Hamás), sufriendo alrededor de 1.600 bajas durante los dos días que duró el ataque. Un ataque de ese alcance por parte de una fuerza no estatal nunca había ocurrido en la historia de Israel.