vientodelnorte/eldiario.es, 11 de marzo de 2021.
La independencia económica es clave para sentirse libres y ejercer la autonomía personal, sin depender de familiares o ayudas sociales. Disponer de recursos económicos suficientes evita caer en la exclusión social, ayuda a tener una identidad reconocida y sentir autoestima. Estos razonamientos son aplicables a cualquier persona, en particular a las mujeres, penalizadas a nivel salarial, sometidas a techos de cristal que dificultan su ascenso profesional. Afecta sobre todo a mujeres cuya subsistencia depende de una mísera pensión de viudedad y viven bajo la amenaza de la indigencia. Esta problemática, presente en la actividad cotidiana, se hace más tangible con motivo del 8 de Marzo, jornada que globaliza la lucha en defensa de los derechos de las mujeres, en todos los ámbitos y niveles de la sociedad, de la convivencia y la existencia.