elpais.com, 09 de enero de 2019.
Parecemos asistir a un rearme moral e ideológico de las derechas,
que han recuperado iniciativa y se encuentran a la ofensiva.
Los resultados de las elecciones en Andalucía y la victoria del tripartito —más o menos
explícito— de las derechas parecen haber inaugurado una estación nueva en el convulso
proceso político español. El dato fundamental de las elecciones andaluzas fue la
hipermovilización de las opciones antes conocidas como conservadoras y la
desmovilización de las progresistas. Andalucía parece haber inaugurado un clima
político, que no se mide tanto en los números o las encuestas como en la correlación
moral de fuerzas: la irrupción de Vox ha insuflado nuevos ánimos a un campo
conservador al que además arrastra a posiciones reaccionarias. Parecemos asistir a un
rearme moral e ideológico de las derechas, que han recuperado iniciativa y se
encuentran a la ofensiva. Estos “renovados bríos”, como siempre en la historia, no los
ha recobrado en el punto álgido de la movilización de las fuerzas por el cambio político
y la democratización: es un movimiento de péndulo tras su relativo desgaste.