El País, 19 de noviembre de 2024.
Pese a los serios problemas que subsisten, la economía española se dirige hacia una mayor eficacia redistributiva de las políticas públicas.
En los últimos años se está produciendo una sorprendente reducción de la desigualdad en nuestro país. La fallida estrategia de austeridad frente a la crisis de 2008 provocó una desigualación hacia abajo: a quienes más empobreció aquella crisis fue a los hogares de menor renta. En contraste, la respuesta a la pandemia y al reciente proceso inflacionario es la historia de una igualación hacia arriba: los más pobres son quienes más han incrementado sus ingresos desde 2020. Esto está permitiendo cerrar la brecha social que se abrió después del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, si bien es cierto que la mayoría de las familias no han recuperado aún el nivel de vida de hace 15 años.