nuso.org, septiembre-octubre de 2019.
La imagen del «gran reemplazo», difundida por el escritor francés Renaud Camus, ha tenido un fuerte impacto en el sentido común del Norte, en un contexto en el que el futuro es visualizado como un conjunto de amenazas, que incluyen un «cambio de pueblo y de civilización». Al mismo tiempo, la imagen de la islamización de Europa, un producto derivado del «gran reemplazo», ha acercado a una parte de las poblaciones homosexuales a la extrema derecha, lo que informa sobre algunas transformaciones del mundo gay contemporáneo, en el marco del ascenso de los denominados populismos de derecha.
Una de las series de televisión «del momento», la británica Years and Years (bbc/hbo, 2019), replica el tema de muchas otras producidas en estos últimos años, el futuro distópico. Como en Black Mirror (Endemol, desde 2011), el futuro ya está entre nosotros. No se trata de un lejano porvenir de ciencia ficción; bastaría, por el contrario, casi con mirar por la ventana, o dicho con más propiedad, proyectar una década las tendencias actuales para confrontarnos con un mundo sumergido en el caos, en el que el avance tecnológico –y el bienestar que aporta a una parte de la población– no logra contrarrestar el avance hacia el despeñadero e, incluso, puede acelerarlo. El cambio climático, las migraciones masivas, el enfrentamiento entre China y Estados Unidos y, sobre todo, la emergencia de grotescos –y grotescas– populistas de derecha componen un cuadro en el que Donald Trump es reelegido y luego sucedido por el actual vicepresidente Mike Pence; Angela Merkel ya ha muerto, por lo que se ha disipado su papel moderador en Europa; Rusia finalmente se animó a avanzar sobre Ucrania.