Cinco Días, 19 de diciembre de 2024.
Evitar el deslizamiento de nuestras democracias por la pendiente iliberal, hacia un capitalismo autoritario, es posible. Pero no caerá del cielo sin reformas de gran calado.
Nuestra convivencia social se encierra cada vez más en cámaras de eco, y rara vez leemos o escuchamos ya a quien piensa distinto a nosotros. Las grandes familias políticas que han estructurado el espacio de lo común en el mundo occidental durante los últimos dos siglos —liberales, conservadores, socialistas y comunistas— han estrechado drásticamente sus posibilidades de diálogo y su territorio para el acuerdo.