NURE Investigación, Junio - Julio 2018.
Pensar es una de las principales características del ser humano, presente desde etapas muy precoces del desarrollo y que, en ocasiones, ocurre de forma arbitraria o prejuiciosa (1) o sucede fuera de nuestro control consciente (por ejemplo, cuando los pensamientos nos atrapan distrayendo nuestra atención o cuando, precisamente, el esfuerzo consciente tiene como objetivo detener pensamientos que resultan negativos). Además, aunque el desarrollo evolutivo del individuo conlleva una mayor complejidad del pensamiento (que va ganando, entre otras cualidades, capacidad de abstracción), el mero desarrollo ontogénico no garantiza que la capacidad de pensar se desarrolle hasta alcanzar su máxima expresión, ni mucho menos, garantiza que se alcance lo que entendemos por pensamiento crítico.