infoLibre.es, 23 de febrero de 2021.
Esta no es una historia de la mili. Pero allí, en el cuartel general de la División Acorazada Brunete, en El Pardo, no lejos de donde había vivido tantos años Franco, conocí en 1979 al general Luis Torres Rojas.
Yo había acabado la carrera de Geografía e Historia en la Universidad de Zaragoza en junio de ese año y, tras pasar el verano en el Centro de Instrucción de Reclutas de Colmenar Viejo, me destinaron a aquel cuartel.
Torres Rojas, general al mando de la División, salía a correr muchas mañanas por los montes cercanos y un grupo de soldados –nos llamaban Protección– lo acompañábamos. Unos meses después, en enero de 1980, fue trasladado al Gobierno Militar de La Coruña, en medio de rumores sobre intentos de golpe militar, contados entonces por Diario 16.