El Correo, 15 de febrero de 2023.
Frente al concepto muy empobrecido y peyorativo de la política en nuestras sociedades, Aristóteles tiene una concepción muy noble de la política y de lo político, de la política como actividad, como praxis, y de la política como conocimiento teórico o ciencia entrelazada con la ética. Señaló que, para cumplir con los fines de la política, los gobernantes, además de una buena formación, han de ser personas “de mérito moral”, estar en posesión de diversas virtudes para poder tener un gran sentido de justicia. Cuando el político no tiene ese perfil es presa fácil para caer en desviaciones que, a su vez, le llevan a prácticas corruptas.