La Vanguardia, 18 de noviembre de 2025.
Una nueva generación de hombres muestra desconfianza hacia el discurso feminista más que una simpatía consciente por el machismo.
No es un regreso al pasado, sino una reacción vinculada a la polarización política, el auge de la extrema derecha y a la exposición continua a discursos misóginos y antifeministas.
¿Se han vuelto los hombres jóvenes más conservadores en relación con la igualdad? No exactamente. Aunque no son más machistas a nivel de conducta, sí se muestran más reactivos en términos de sexismo moderno, es decir, en la negación de la discriminación, el rechazo a las políticas feministas o la idea de que “el feminismo se ha pasado”. Lo que se conoce como efecto de backlash, un aumento del sexismo como reacción a los avances feministas.