LE MONDE diplomatique, Julio de 2024.
La Unión Europea no logra convertirse en una verdadera comunidad
política, donde una perspectiva común articule a los países que la integran. En este marco, paradójicamente podrían ser las fuerzas de la extrema derecha las que construyan una nueva idea de Europa.
La Unión Europea (UE) está en crisis porque en las últimas elec- ciones ha crecido la extrema de-
recha o este ascenso es expresión de una crisis anterior? Aunque la distinción entre causas y consecuencias no es una cuestión sencilla de resolver, nos inclinamos a pensar que, en efecto, la crisis de la UE es previa.
Esa crisis tiene que ver con la dificultad de la UE para constituirse como una comunidad política democrática. Una comunidad política es tal no necesariamente porque tenga fronteras, ni un Estado, ni ley, ni una población determinada. Todos esos elementos formales y jurídicos son necesarios, pero no suficientes. Resultan poca cosa si no hay algo que les dé sustento: un modo de vida, una significación compartida al menos por la negativa; esto es, basada en saber lo que no se quiere ser. Países como España, con dificultades internas para lograr ese sentido compartido, podrían ser un buen ejemplo de que lo común es más un rechazo que una aceptación. Palestina, por su parte, sería el arquetipo de existencia de una comunidad política a pesar de la dificultad para contar con un Estado pleno.