El Salto, 8 de septiembre de 2022.
Sigue habiendo un feminismo políticamente hegemónico que ha
vuelto a coger la bandera de acabar con el trabajo sexual femenino
y la pornografía. Ante tanta prepotencia, se hace necesario un baño
de realidad para visibilizar la diversidad y pluralidad de los
feminismos.
Asistimos a un agrio debate feminista sobre sexo, género y sexualidad como placer y/o
peligro para las mujeres, en el ámbito político y en el seno de un gobierno de coalición
autodenominado “el gobierno más progresista y feminista de nuestra historia”, cuyas
discrepancias al respecto han llevado al bloqueo parlamentario de los sucesivos
proyectos legislativos del Ministerio de Igualdad, desde la llamada Ley Trans hasta la
Ley Abolicionista socialista, cuyo pase a trámite en el Congreso ha requerido los votos
del PP al romperse el bloque de quienes daban soporte a dicho gobierno de coalición.