Fundación FOESSA, 2023.
Desde la Fundación FOESSA llevamos tiempo alertando de que en todas y cada una de las sucesivas crisis que hemos padecido se ha venido repitiendo una constante: el grupo más perjudicado es el de las personas con menos recursos y/o en situación de exclusión.
Así viene ocurriendo al menos desde la Gran Recesión que inició en 2008, un periodo en el que se incrementaron e intensificaron las situaciones de exclusión en nuestro país. La supuesta recuperación, que empezaría a llegar a partir de 2015, también se dio a distintas velocidades, lo que derivó en que fuese algo casi imperceptible para la población que más dificultades estaba atravesando. Y en ese contexto, sin que la recuperación hubiese alcanzado al conjunto de la población, llegó la pandemia y la crisis social asociada a esta, que volvió a cebarse con aquellas personas cuya posición en la escala social era más frágil: personas con empleos precarios o sin contratos, familias extensas con menores de edad a cargo, personas en situaciones de hacinamiento o infravivienda, etc. Y, por último, en el actual contexto de crisis inflacionaria, las familias que en mayor medida están padeciendo la escalada de precios son aquellas con menor poder adquisitivo.