El País, 23 de abril de 2023.
El estado de emergencia italiano es una vergonzosa vuelta de tuerca en las políticas antinmigración europeas. Un análisis racional consideraría la llegada de trabajadores como un remedio ante el envejecimiento demográfico.
El Gobierno de extrema derecha de Giorgia Meloni ha planteado sus políticas en materia de migrantes bajo la enseña de la inhumanidad. Empezando por la vergüenza del estado de emergencia, que permitirá a la presidenta del Gobierno italiano emitir órdenes ministeriales sin debatirlas en el Consejo de Ministros y mucho menos en el Parlamento. Órdenes que, antes de ser objeto de improbables impugnaciones por parte de los migrantes ante la justicia administrativa, podrán muy bien violar derechos y principios constitucionales. Se trata de un acto de pura demagogia, únicamente dirigido a exhibir la ferocidad del Gobierno ante el electorado de derechas, para satisfacer sus instintos xenófobos.