Agosto de 2018
Los seres humanos somos muy aficionados a las conmemoraciones. Los aniversarios, cincuentenarios o centenarios nos resultan particularmente estimulantes. Conmemoramos nacimientos, defunciones, obras de arte, acontecimientos varios y cualquier suceso al que otorguemos alguna relevancia. Esas conmemoraciones suelen ser propicias para reflexionar y revisar, a la luz de nuevos datos o de un nuevo enfoque, la importancia del acontecimiento en cuestión.
En este 2018 se cumplen cien años del comienzo de la mayor pandemia de gripe de la historia, la (mal) llamada gripe “española”. En los últimos años se han ido acumulando nuevos datos epidemiológicos y se han realizado nuevas estimaciones sobre el número de personas infectadas, el de fallecimientos y, también, sobre su impacto global. Esta nueva información3, de la que, como veremos, se desprende que su importancia histórica y social no sólo no ha disminuido, sino que se ha acrecentado notablemente, contrasta con la escasa relevancia que le han otorgado la mayoría de los historiadores, hasta el punto de aparecer como un acontecimiento prácticamente marginal, que la mayoría de ellos casi ha olvidado. No obstante, fue un suceso que tuvo un gran impacto en la humanidad, a escala planetaria, que dejó importantes secuelas y de la que se pueden extraer aún hoy enseñanzas valiosas para el futuro.
Antes de seguir comentando las características más relevantes de la gripe española es necesario suministrar alguna información básica sobre la biología de los virus, y sobre el virus de la gripe en particular.