The New York Times, 18 de agosto de 2021.
BUENOS AIRES — En los últimos años, los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, que profesan ser de izquierda, han redoblado sus prácticas autoritarias. Las medidas punitivas internacionales —embargos o sanciones a funcionarios o a actividades económicas, como la venta de petróleo— no han contribuido a la causa de la democracia. En lugar de ello han provocado mayores miserias económicas para sus ciudadanos, quienes están aún más vulnerables que antes. Ha llegado la hora de pensar en transiciones negociadas a la democracia.