Voz Populi, 29 de diciembre de 2019.
La identidad nacional, la nacionalidad, es algo que dista mucho de ser algo binario o fácil de clasificar a poco que miremos de cerca. Es más sutil, más complejo, y muchos menos profundo de lo que nos hacen creer demasiados nacionalistas identitarios ahí fuera, y mucho más maleable de lo que creemos.
La caída de la Unión Soviética dejó detrás de sí una docena larga de Estados siguiendo las caprichosas fronteras de las repúblicas soviéticas. Estas particiones forzosas quebraron naciones y culturas, separaron pueblos y dejaron a millones de personas viviendo en estados dominados por otro grupo nacional.