Letras Libres, 1 de agosto de 2019.
Casi desde que el cine es cine, el medio ha servido para la difusión de propaganda de toda
ralea. Desde las rudimentarias loas fílmicas de Thomas Alva Edison a la guerra hispanoamericana
hasta la intervención estadounidense en Irak, las técnicas del cine
propagandístico se han perfeccionado y hasta convertido en negocio: en casi cualquier
momento del año, la cartelera ofrece thrillers y películas de acción de alto presupuesto
parcialmente financiados por el ejército de Estados Unidos y utilizados como herramientas
de reclutamiento, como Independence Day: Resurgence (2016) o la saga de Transformers
(2007 –el fin de los tiempos, probablemente).