EOM, 24 de marzo de 2021.
Los semiconductores se han convertido en una de las mercancías de mayor importancia geopolítica y en un sector crítico en la guerra tecnológica entre China y Estados Unidos. Más conocidos como chips, estos componentes son esenciales en tecnologías como el 5G, la inteligencia artificial o la fabricación de smartphones. Las dos potencias están intentando asegurar sus capacidades y evitar que el otro desarrolle las suyas, Washington para reforzar su posición dominante y Pekín para alcanzar a los líderes del sector.
El boom tecnológico ha puesto a los semiconductores en el centro de la carrera geopolítica del siglo XXI. Salvando las distancias, si el carbón fue el combustible de la primera Revolución Industrial, los semiconductores son los propulsores de la revolución tecnológica actual. Los avances en este sector aumentan la productividad en el resto de la economía. Lo mismo ocurre con las aplicaciones militares: todo ejército moderno necesita chips para seguir desarrollándose. Y el valor estratégico de estos componentes aumenta a medida que sus usos crecen en variedad y sofisticación.