Mientras Tanto, 30 de abril de 2020.
I
Cada vez que estalla una crisis, la izquierda se frota las manos. Es el momento de la crisis
al capitalismo, de su ineficacia e injusticia social. Es también el momento en que la derecha
más ilustrada reconoce alguno de los fallos del sistema y hace propósito de enmienda. En la
crisis de 2008, hubo un “momento Minsky”. Por un instante, se recordó el análisis del
economista post-keynesiano sobre el papel del sistema financiero en la generación de la
crisis. Ahora tenemos un cierto “momento antiglobalización” y un cierto momento de
“reforzar el sector público”. Corremos el peligro que de nuevo se trate de esto, de un
momento coyuntural sin efectos a largo plazo. Básicamente porque los sectores sociales
que asociamos como capitalistas tienen más recursos, están mejor organizados y tienen
propuestas tan simples que son más sencillas de promover y de poner en marcha a corto
plazo.