Argumentos Socialistas, nº 43, noviembre-diciembre de 2021.
Desde hace mas de 30 años la palabra “populismo/populista” ha inundado el ámbito político y social. Desde el giro latinoamericano de los años 90 (Chavez, Kichner, Evo Morales, Correa y tocando a las Bachelet y Lula) hasta nuestros días, populismo se ha incorporado al lenguaje masivo de la lucha política. Sin embargo es imprescindible diseccionar que hay detrás de este “término/concepto”. En su primera fase, y sigue perviviendo, la derecha y también coyunturalmente la socialdemocracia lo han utilizado como un insulto descalificador; al día de hoy y en nuestro país nos hartamos de escuchar en cualquier discurso del PP, Vox y Ciudadanos (y enfáticamente sus medios de comunicación), la palabra populismo como descalificador político y casi penalizador jurídico de cualquiera que defienda cambios o reformas tanto en el ámbito económico, como político e institucional. Hoy la definición populista también sirve para la identificación de la extrema derecha, los nacionalistas excluyentes y el trumpismo internacional.