Project Syndicate, 29 de abril de 2022.
NUEVA YORK – Francia no es Estados Unidos. A muchos liberales, entre quienes me incluyo, nos preocupaba que Marine Le Pen pudiera ganar las elecciones presidenciales francesas por el mismo motivo que Donald Trump derrotó a Hillary Clinton en 2016: gracias a la resistencia contra el candidato más liberal, la extrema derecha populista se colaría por un pelo.
Afortunadamente, suficientes de los votantes a quienes no les gusta Emmanuel Macron se taparon la nariz y lo eligieron en la segunda ronda para frustrar el ascenso de Le Pen. Si hay que optar entre el cólera y la plaga, afirman muchos votantes, la primera alternativa era claramente la mejor. El propio Macron lo reconoció en su discurso como ganador y afirmó: «A todos quienes me votaron, no por apoyar mis ideas sino para evitar que ganara la extrema derecha, estoy en deuda por sus votos».