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Clara Pérez
Las inmigrantes en la prensa: ¿Qué imagen nos llega a la mente al escuchar la palabra ´inmigrante’? ¿La de un hombre magrebí que vende sombreros en las fiestas del pueblo? ¿O quizá la de un senegalés que, saliendo de una patera, cae agotado sobre la arena de una playa de Cádiz? ¿Pensamos en una mujer checa trabajando en la cocina de un bar de la Parte Vieja? ¿Qué se cuece en nuestro imaginario sobre la inmigración? El imaginario es como uno de esos puzzles gigantes que parece infinito. Sus piezas están compuestas por las imágenes que hemos acumulado a través de nuestra experiencia personal, a través de la televisión y la prensa. Es un puzzle que tiene múltiples soluciones, pero las más posibles son aquellas que ya conocemos. Por ejemplo, nos resultará más fácil imaginar a una mujer angoleña engañada y extorsionada por una red de prostitución, que imaginar a esta misma mujer como alguien que ha venido aquí para mejorar su libertad personal y su proyecto de vida, para lo cual, como todo el mundo, tiene que elegir un trabajo dentro de las posibilidades que le ofrece la sociedad a la que ha llegado. Existe lo que se nombra Si le preguntásemos a la gente en la calle si inmigran más hombres o más mujeres, seguramente nos responderían que son más los hombres. Sin embargo, durante las últimas décadas se ha feminizado enormemente el flujo migratorio mundial. Hoy en día, la cifra de mujeres y de hombres inmigrantes, provenientes de países no ricos, prácticamente se ha igualado en el Estado español, e incluso en algunas comunidades latinoamericanas el porcentaje de mujeres es muy superior al de hombres. Pero esto no se hace visible en la prensa, que continúa proyectando una imagen masculina de la inmigración. La inmigración en masculino Sólo en una de cada cuatro informaciones analizadas se puede percibir de alguna manera la presencia de mujeres en la población inmigrante. En las demás informaciones las mujeres no son visibles ni en el texto ni en la fotografía. Las mujeres como dato de excepción Cuando se ofrecen datos cuantitativos, lo más habitual es el uso del masculino genérico (“los 18 inmigrantes rescatados de la patera”). Cuando se cita la presencia de una mujer, se presenta textualmente como una excepción, es decir, que se presupone que un inmigrante es un varón, y una mujer es la excepción. Lo vemos en los siguientes ejemplos:
En el último caso, se podría haber dicho perfectamente que detuvo a “30 hombres y 15 mujeres de procedencia subsahariana y magrebí, acompañados de un bebé.” La vinculación de las mujeres a un varónComo si no fuera suficiente con identificar a las mujeres por su nombre o profesión, se cita su estatus matrimonial en cinco ocasiones. Al menos en tres de estas ocasiones dicho dato resulta totalmente irrelevante para el contenido de la información. No ocurre lo mismo en el caso de los hombres inmigrantes, cuyo estatus matrimonial sólo aparece en dos informaciones, y de forma justificada por el contenido. Las mujeres aparecen principalmente en contextos relacionados con la familia, y como víctimas de unos valores sexistas contrapuestos a los supuestos valores igualitarios de la sociedad receptora. La temática más frecuente durante el periodo analizado es la del uso del pañuelo en la escuela, debate que se inicia cuando una directora de escuela católica, con el pelo cubierto por la toca de monja, se opone a que una joven magrebí pueda acudir a la escuela con pañuelo. También es recurrente el tema de jóvenes magrebíes a las que sus familias quieren casar en contra de su voluntad. Otras temáticas frecuentes son la mutilación genital de las mujeres y las dificultades para divorciarse por la ley española. Sin poner en duda el interés público de estos temas, y la importancia de que aparezcan en la prensa, es indudable que existen muchas otras situaciones que afectan a las mujeres inmigrantes, y cuya responsabilidad no recae en los varones inmigrantes sino en otras entidades, tales como las instituciones públicas. Si se quisiera, se podría abrir el debate sobre la desprotección institucional de las inmigrantes, la falta de alternativas laborales en condiciones dignas, la inadaptación de las escuelas para acoger a inmigrantes, la corruptela institucional que necesariamente acompaña la existencia de mafias dedicadas a la prostitución de extranjeras, etc. Pero evidentemente estas informaciones situarían la responsabilidad de muchas carencias en la sociedad receptora, el ´Nosotros`, algo que la prensa, que forma parte de la élite socio-simbólica de esta sociedad, no está dispuesta a hacer. Voces de mujeres: el debate sobre el pañuelo Si algo se le puede agradecer al conflicto sobre el uso del pañuelo en la escuela es que abre un debate social sobre la convivencia entre culturas. En dicho debate se escuchan muchísimas voces de la sociedad receptora, sobre todo institucionales, pero también muchas voces inmigrantes, entre éstas tantas voces de hombres como de mujeres. Los hombres son entrevistados como autoridad familiar. No obstante, al menos se comienzan a escuchar algunas voces de mujeres, y se les concede, a través de entrevistas, la autoridad que indudablemente merecen sobre el tema. Queda patente, pues, que existen portavoces de mujeres inmigrantes, y que son accesibles para los medios de comunicación, siempre y cuando éstos decidan recurrir a ellas. Las trabajadoras no existen Son escasísimas las informaciones en las que aparecen las inmigrantes como trabajadoras. Las pocas que se han detectado tienen un tono paternalista y contribuyen a la victimización de la inmigrante. En las mujeres que se dedican al cuidado doméstico se destaca su carácter bondadoso y sacrificado. Aquellas dedicadas a la prostitución aparecen únicamente como víctimas de redes, mujeres secuestradas y traficadas. Y aquellas que se casan con varones españoles, a pesar de estar trabajando, aparecen hipersexuadas y bajo la sospecha de haber inmigrado para casarse con un hombre que las mantenga. En cualquier caso, el juicio moral es lo que más impera en estas informaciones, así como la aparente ausencia de un proyecto migratorio propio. La bondad y sumisión ´naturalizada` de las inmigrantesTal como se aprecia en los datos sobre inmigración, el campo laboral más habitual de las inmigrantes extracomunitarias es el sector de las trabajadoras del hogar y cuidadoras de personas dependientes. Esta realidad, sin embargo, sólo aparece en una de las informaciones de la muestra analizada: un reportaje sobre las mujeres que trabajan como cuidadoras de ancianos y ancianas. En esta información, publicada en El País (10-3-02), se subraya que estas mujeres no sólo trabajan por dinero sino también ´por amor`. La naturalización de la bondad de estas mujeres es una constante en esta información, en la que por otra parte también se refleja el bajo salario que reciben. La información se titula “Descuide, doctor, que yo le hablaré bonito”: “Procedentes de una cultura que aún venera a los mayores, los suramericanos, además de cuidados, dan cariño”... Una anciana afirma que “son personas de natural agradables”, y se subraya la declaración de una cuidadora: “Doña Pepita, mi patrona, me trata con mucho cariño, y por eso yo la quiero tanto... Antes la bañaba porque era mi trabajo, ahora porque la quiero.” Las prostitutas: víctimas de sus compatriotas, liberadas por la policíaEn una información titulada “Desmantelada una red de prostitución ilegal de rumanas”, se relata el cruel destino de 11 mujeres rumanas que eran “explotadas sexualmente” por sus compatriotas en Almería.
En la última frase de la información podemos leer que “Las once rumanas fueron detenidas por infracción a la Ley de Extranjería..”. No se informa más de su destino. Esta es la tónica general en las informaciones sobre prostitución, en las que aparentemente la expulsión de las mujeres no cobra relevancia, a pesar de que con ello se destruye su proyecto migratorio. La reproducción del testimonio oral para subrayar la idea de atraso La forma en la que se reproduce el testimonio oral de una persona incide enormemente en la imagen que de ella se transmite. En el caso de las informaciones sobre inmigrantes, se entiende que muchas de estas personas no dominan bien el castellano. Sin embargo, y como es lógico, en la mayoría de las informaciones quien redacta corrige los fallos gramaticales que pueda cometer la persona extranjera, o la entrevista se realiza en otro idioma y luego se traduce al castellano. A raíz del conflicto del uso del hiyab o pañuelo en la escuela, aparecen varias entrevistas a padres varones que llevan poco tiempo en territorio español, y en ninguna de sus declaraciones aparecen errores gramaticales.
La reproducción literal de las palabras de la madre, así como la indicación, justo antes, de que lleva cuatro años residiendo en España, contribuyen a la construcción de una imagen de atraso y analfabetismo. La hiper-sexuación y culpabilización de las extranjeras: En dos informaciones se presenta a las inmigrantes como mujeres que compiten con las españolas para conseguir un marido. La sospecha de puta que recae sobre estas mujeres subyace en el relato. Una información titulada “Roquetas: el pueblo de las Natasha García”, sobre la presencia de mujeres rusas en dicha localidad, comienza de la siguiente manera:
Recomendaciones para profesionales de la comunicación: Para evitar la invisibilización de las mujeres inmigrantes, y su victimización en las informaciones:
Bibliografía ABRIL, Nati y otras (1995), “Las categorías sexo/género en la construcción del discurso periodístico” en Las mujeres en la opinión pública, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid. BACH ARÚS, Marta y otras (2000), El sexo de la noticia, Barcelona, Icaria. Bañón Hernández, Antonio Miguel (1996). Racismo, discurso periodístico y didáctica de la lengua, Almería, Universidad de Almería. Bañón Hernández, Antonio M. (2002), Discurso e inmigración: propuestas para el análisis de un debate social, Murcia, Universidad de Murcia. COLECTIVO IOE (2002), Mujer, inmigración y trabajo, Madrid, Instituto de Migraciones y Servicios Sociales. Gregorio Gil, Carmen, “El estudio de las migraciones internacionales desde una perspectiva de género” (1997), en revista Migraciones, nº1, Madrid. GREGORIO GIL (1997b) Sistemas de género y migración internacional: la emigración dominicana en la Comunidad de Madrid. Madrid. JULIANO, Dolores (1996), “Fronteras de género”, en La mujer marginada. Una cuestión de género y no de sexo, recopilación de Alicia Puleo, Madrid, PS Editorial. Juliano, Dolores (1998), Las que saben: Subculturas de mujeres, Madrid, Horas y Horas. Juliano, Dolores (2002), La prostitución: el espejo oscuro, Icaria, Barcelona. Oso, Laura (1998), La migración hacia España de mujeres jefas de hogar, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Instituto de la Mujer, Madrid. RAMÍREZ, Ángeles (1998), Migraciones, Género e Islam. Mujeres Marroquíes en España, Madrid, Agencia Española de Cooperación Internacional. Van Dijk, Teun A. (1997), “Análisis crítico de noticias”, publicado en Racismo y análisis crítico de los medios, Paidós.
[1] Nati Abril es profesora de periodismo en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Información de la UPV-EHU. |
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