Espai Marx, 28 de noviembre de 2020.
Para Friedrich Engels (1820-1895), in memoriam et ad honorem: «Las razones de este estado de cosas están al alcance de la mano. En primer lugar, el trabajo en la fábrica es en gran parte responsable. Trabajar en locales bajos donde las personas respiran más humo de carbón y polvo que oxígeno, y en la mayoría de los casos a partir de los seis años, los privará de toda fuerzas y alegría en la vida. Los tejedores, que tienen telares individuales en sus hogares, se sientan inclinados sobre ellos desde la mañana hasta la noche, y desecan su médula espinal frente a una estufa caliente. Aquellos que no caen presa del misticismo son arruinados por la embriaguez.» (Telegraph für Deutschland, marzo de 1839).
Para Manuel Sacristán (1925-1985), in memoriam et ad honorem: «Por eso era esencial saber que el marxismo no es teoría, sino intento de programa (sobre un deseo), que se intenta fundamentar en crítica (Ballestero) y en conocimiento científico. No se debe ser marxista (Marx); lo único que tiene interés es decidir si se mueve uno, o no, dentro de una tradición que intenta avanzar, por la cresta, entre el valle del deseo y el de la realidad, en busca de un mar en el que ambos confluyan.»
Para los compañeros y compañeras de Espai Marx que nunca han olvidado que Engels es parte sustantiva de la tradición.
El interés de Manuel Sacristán (1925-1985) por la obra de Friedrich Engels (1820-1895) se mantuvo a lo largo de los años. Se acrecentó durante su traducción del Anti-Dühring (1963, 1964) y cuando en la segunda mitad de los 70 coordinó la traducción de las OME (Obras de Marx y Engels). Nunca abonó el traductor de Labriola, Gramsci, Lukács y Màrkus la idea de un Marx agudo, informado y profundo frente a un Engels simplón y científica y filosóficamente inmaduro [1]. ¿Cómo iba a defender un idola así un filósofo tan penetrante, crítico y con tanta tensión poliética como Sacristán de alguien que con apenas 24 años había escrito La situación de la clase obrera en Inglaterra? [2]
Las siguientes anotaciones intentan trazar una breve aproximación a una temática, las reflexiones de Sacristán sobre la obra de Engels, que exigiría (y merecería) un desarrollo más detallado.