Ideas/El País, 19 de marzo de 2023.
Son la respuesta filosófica a tiempos de noticias falsas, hechos alternativos y realidades paralelas. Reivindican la búsqueda de verdades comunes (la crisis climática) y niegan ideas asentadas como que el impulso de la sociedad es la competitividad.
Aislados, vivimos una progresiva fragmentación de mundos inconexos entre sí, cada uno con su realidad y su verdad a cuestas. Quizás estos aires vienen porque de un tiempo a esta parte hemos asistido a un extraño matrimonio: el del triunfo de la filosofía posmoderna en su versión más extrema, que afirma que la realidad es solo una percepción individual, y el de los usos de internet que alimentan el aislamiento y la confusión entre realidad y ficción. De esa extraña simbiosis se ha llegado a la creencia de que cualquier afirmación es válida, que el significado compartido es mera ilusión y que la verdad es un mito más.