CTXT, 29 de diciembre de 2021.
Las polémicas dentro del feminismo se han polarizado como nunca. De un lado, posiciones esencialistas que dejan de lado a las migrantes, precarias y diversas. Del otro, quienes pretenden construir alianzas.
Este año nos hemos enfrentado a una crisis de múltiples dimensiones. Para las mujeres de todo el planeta, la pandemia significó un incremento de los agravios cotidianos. Mientras como trabajadoras esenciales resistían en la “primera línea” de trabajos precarios y mal pagados, y organizaban huelgas o protestas, en los hogares asumían el peso de una renovada crisis de la reproducción social. Con su afán de ganancias rápidas, el capitalismo destruye sus propias condiciones de reproducción a largo plazo, mediante un conjunto de procesos socio y eco destructivos que llevan al agotamiento de recursos y la multiplicación de catástrofes.