Oxfam Intermón, abril de 2024.
La desigualdad tiene muchas caras distintas. Las estadísticas oficiales son útiles para entender la situación general de un
país, la melodía de fondo de una sociedad, pero no tienen la textura de un aviso de impago, de una sala de espera, de una
frontera sin pasaporte o de una mirada de odio. La vivencia de las desigualdades no cabe en una base de datos, pero deja
una marca profunda en las personas: en su salud, en sus oportunidades, en sus miedos, en su capacidad de ser y de vivir
con dignidad.