eldiario.es, 21 de agosto de 2019.
A la desesperación y a la aspiración a una vida digna no las pueden
nunca frenar vallas, despliegues policiales o cheques más o menos
imponentes.
Si el fracaso del modelo vigente no nos impulsa a salir de donde
estamos, bastaría con recordar que en treinta años la UE será un
territorio aún más envejecido, mientras la población africana habrá
pasado de los 1.200 millones actuales al doble.
El espectáculo ha sido tan deplorable que el momentáneo alivio por la noticia del
desembarco de los desesperados que todavía quedaban en el Open Arms no alcanza
para suavizar el bochorno y pensar que a partir de aquí las cosas van a ser diferentes.
Aunque en realidad, tras años de acumular tantos episodios con fuerte carga teatral
por parte de diferentes responsables políticos de los todavía veintiocho (¿cuántos
“nunca más” llevamos contabilizados?), tampoco deberíamos asombrarnos por lo
visto en estos 19 días.