Yuzin, agosto de 2020.
El mundo ha cambiado. Hay sectores sociales y económicos que están en permanente
alarma ante lo recientemente conocido y lo inmediatamente desconocido. Los cambios
en el mundo de producción cultural no podemos augurar si son temporales o, en algunos
aspectos, serán definitivos. Las circunstancias nos han colocado al sector en primera
línea de la trinchera del descubrimiento, de la experimentación.