El País, 11 de julio de 2018
Ya no son sólo el Gobierno central, ni el PSE, socio del PNV en el Gobierno vasco, ni
una amplia mayoría de constitucionalistas los que rechazan el borrador del Estatuto
vasco reformado, pactado por el PNV y Bildu. Intelectuales próximos al nacionalismo
democrático, como Daniel Innerarity y Juanjo Álvarez, también recelan severamente de
él. El borrador evoca un pasado que una mayoría de vascos quiere olvidar, el del plan
Ibarretxe: derecho a decidir, consulta habilitante, distinción entre nacionalidad y
ciudadanía. En suma, división entre nacionalistas y no nacionalistas, vivida
dramáticamente en Cataluña.
El lehendakari Urkullu resta importancia a los recelos de Podemos, el PSE y el PP con
el argumento de que queda, al menos, un año de debate para pulir el borrador inicial.
Pero Innerarity aporta otra clave más próxima: los partidos creen que el acuerdo es
imposible y han optado por atrincherarse en sus propuestas máximas.