El Correo y El Diario Vasco, 29 de diciembre de 2023.
No hubo en América Latina, EEUU y Europa, intelectual que no hubiera sentido el hechizo de la revolución cubana y la seducción por el carisma de sus líderes, por el carácter poco ortodoxo de una revolución que no había sido encabezada por el Partido Comunista tradicional. Una Revolución impregnada de un espíritu fresco y romántico totalmente diferente del que predominaba en los países de la Europa del Este, engrandecida por producirse en conflicto con el acoso de la primera potencia mundial. Aquella épica y Revolución, que desapareció a finales de los años sesenta, perdura hoy en algunas imágenes y canciones que forman parte de la memoria sentimental de varias generaciones y del imaginario colectivo de la izquierda que en muchos casos la glorifica de forma acrítica.