eldiario.es, 29 de septiembre.
La batalla de la fiscalidad no es en absoluto una cuestión “técnica” ni que puedan resolver expertos al margen de sus preferencias morales. Es una contienda de valores que los demócratas y partidarios de la justicia social no podemos rehuir.
El pasado 19 de septiembre el presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla, proponía eliminar en su comunidad autónoma el impuesto de patrimonio. Se unía así a una política emblemática de la derecha madrileña y arrastraba pronunciamientos similares de los gobiernos populares de Galicia y de la región de Murcia. Los conservadores españoles abrían así una ofensiva en materia fiscal, intentando forzar una competición a la baja entre administraciones autonómicas a ver quién le perdona más impuestos a los más ricos. La Comunidad Autónoma de Madrid ha aprovechado desde hace años las ventajas del efecto capitalidad para una agresiva política de dumping fiscal que le hace una competencia desleal al resto de nuestro país y en particular a la España interior.