Javier de Lucas, junio 2018
Sobre Derecho y pasiones
Vivimos tiempos de paradojas, de tensiones y contradicciones, a
veces rayanas en lo incomprensible. El mundo del Derecho no escapa a
ello. Creo que algunas de las que hemos conocido en los últimos meses en
nuestro país, en el que día sí y día también se discute en los programas de
máxima audiencia tal o cual sentencia, esta o aquella decisión publicada en
el BOE y hasta los arcanos penales y procesales más abstrusos, pueden
explicarse en términos de “pasión por el Derecho” o “pasión contra el
Derecho”. Trataré de argumentarlo, inspirado en no poca medida por el
análisis que proporciona un reciente y -como acostumbra- provocador
librito de un buen colega y amigo belga, el profesor François Ost –Le droit,
objet des Passions?, Académie Royale de Belgique, 2018-, subtitulado
shakesperianamente I crave the Law, por las palabras con las que comienza
el conocido alegato de Shylock en El mercader de Venecia: “My deeds
upon my head! I crave the law, the penalty and forfeit of my bond!”