InfoLibre, 20 de junio de 2021.
La conmemoración de los días mundiales dedicados a una u otra causa parece ya instalada en la rutina que sirve sólo para el corta y pega ritual en los medios. Y, sin embargo, como todos los ritos sociales, permanece su razón de ser. En el caso del día dedicado a los refugiados y desplazados ,el20dejunio, es una de las escasas oportunidades para salir de lo peor, la indiferencia generalizada ante la tragedia que sacude cada vez más a un número mayor de seres humanos. Esa indiferencia es un mal que identificó el papa Francisco en su primer discurso oficial como pontífice romano, para el que eligió acudir a Lampedusa con el fin de dar un aldabonazo sobre la falta de respuesta solidaria ante inmigrantes y refugiados, un mensaje que ha reiterado en su Fratelli tutti, documento que no parecen haber tomado en serio los numerosos gobernantes europeos cristianos y católicos que la practican en sus políticas migratorias y de asilo, por no hablar del mal ha dado Pacto europe o de migración y asilo, objeto de justas críticas por organizaciones especializadas, como la federación Migreurop.