The New York Times -The Interpreter-, 4 de mayo de 2022.
Los movimientos feministas alrededor del mundo han elegido dos caminos para proteger el derecho al aborto: la vía de los tribunales y la de la legislación. Los sucesos en EE. UU. provocan una amplia reflexión sobre ambos.
El borrador de la opinión de la Corte Suprema que anula el caso Roe contra Wade y que se filtró el lunes por la noche aún no es definitivo. Pero cuando pase la tormenta, las mujeres estadounidenses pueden llegar a la conclusión de que han perdido el derecho al aborto de la misma manera que un personaje de Ernest Hemingway dijo que se había ido a la quiebra: gradualmente, y después de súbito.
Si algo parecido al proyecto filtrado se llega a convertir en ley, será el resultado no solo de décadas de campaña, litigios y nombramiento de jueces conservadores por parte de los grupos antiabortistas y sus aliados republicanos, sino también de una única decisión que revierte el establecimiento de un derecho constitucional que inspiró a los defensores del derecho al aborto en todo el mundo.