Galde, 37, verano de 2022.
La convivencia entre personas y comunidades de distintas lenguas es una de las fuentes más importantes de conflicto en las sociedades multilingües; por sí misma o en combinación con otros factores más o menos directamente relacionados. Por esa razón, esas sociedades tienen un reto de enorme trascendencia: garantizar la «paz lingüística», que, en ellas, es condición necesaria de la paz política. Los sistemas federales multilingües representan el paradigma más acertado en el intento de garantizar ese fin, por lo que son referente ineludible para cualquier sociedad de similares características; tanto en sus logros como en sus conflictos.