El Correo y el Diario Vasco, 8 de junio de 2023.
Hace 300 años, el 5 de junio de 1723, fue bautizado Adam Smith. Se presenta una buena ocasión para recordar, releer o leer la obra de este filósofo y economista escocés, considerado por muchos como el padre del liberalismo.
Cuando Adam Smith publicó su Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones (1776) se le leía –y se le sigue leyendo– como el apóstol del nuevo capitalismo básicamente por la declaración que hace al principio del libro a favor de la libertad del mercado, por su posición crítica de la intervención gubernamental, de sus reglamentaciones, y por ser el autor de la más celebre metáfora económica, según la cual el mercado libre actúa como una mano invisible que de alguna forma conduce al individuo a contribuir a un fin, el bien colectivo, que no forma parte de su intención y espontáneamente crea un orden. De esta forma, estableció el punto de referencia para la teoría económica liberal posterior.