Esta es la historia del inusitado protagonismo que, a la
muerte del dictador, adquirieron las mujeres en nuestro país.
Durante casi tres décadas, cientos de mujeres se reunieron,
discutieron, se organizaron y actuaron dando lugar a uno de
los movimientos sociales más activos e innovadores de la transición
democrática. Crearon asambleas unitarias en pueblos y
ciudades que se vincularon entre sí por medio de la Coordinadora
de Organizaciones Feministas del Estado Español. Su
entusiasmo y decisión cambió definitivamente el papel de las
mujeres en la sociedad que se estaba configurando, así como
la propia conciencia de sí mismas, su subjetividad.