nuevatribuna.es, 4 de mayo de 2022.
Adentrados en el tercer mes de la agresión militar a Ucrania no se ve el final del salvajismo y la devastación que causa la guerra.
Resulta imposible vislumbrar qué escenario se afirmará tras el final de la guerra abierta o sobre qué bases puede lograrse una desescalada del conflicto y un armisticio. La fatiga, los desastres humanitarios provocados y los riesgos que genera la continuidad de la guerra alientan la búsqueda de un extremadamente difícil acuerdo diplomático que permita a corto plazo un alto el fuego. Parar la guerra cuanto antes es el principal objetivo. Y para lograrlo sería imprescindible un acuerdo limitado en su alcance que permitiera diversas lecturas y narrativas parcialmente airosas para las partes enfrentadas.