Noviembre de 2025.
Dicen que los dioses del dinero han decidido modernizar el Olimpo, y lo han hecho en el centro mismo de Santander, donde antaño los mortales miraban el mar como quien contempla su destino. En lugar del rayo de Zeus, ahora brilla un cristal suspendido sobre el antiguo arco del Banco de Santander, una especie de sombrerete transparente que pretende iluminar la historia, pero más bien la empaña con el reflejo de su propia vanidad.