Blog del autor, 19 de marzo de 2024.
Hace poco más de un siglo, en la primavera de 1924, la izquierda alemana lanzó una ardua batalla para redistribuir la riqueza de los Hohenzollern, la familia gobernante que había perdido el poder con la abdicación de Guillermo II y la creación de la República de Weimar en 1919. Rico en lecciones para hoy, este episodio poco conocido merece ser recordado. Ilustra la capacidad de las élites para utilizar el lenguaje de la ley para perpetuar sus privilegios, independientemente de la escala de su riqueza o la importancia de las necesidades colectivas. Ayer fue la reconstrucción de las sociedades europeas devastadas por la guerra; hoy, son los nuevos desafíos sociales y climáticos.