Agenda Pública, 2 de septiembre de 2019.
No sabemos lo que deparará el futuro a Europa en las próximas décadas. Tal vez sigamos sine die con tipos de interés negativos, bajas tasas de crecimiento económico, papel secundario en el tablero geopolítico mundial, crisis migratorias y reducidas tasas de natalidad.
Recientemente, Roubini ha señalado que la próxima crisis económica podría estar provocada por distintos shocks de oferta negativos que acabarían generando estanflación (desempleo e inflación) y que tendrían su origen en los siguientes elementos: (i) guerra comercial y cambiaria entre Estados Unidos y China, que está provocando un progresivo aumento de prácticas proteccionistas; (ii) guerra tecnológica (nuevamente entre EE.UU. y China) por el liderazgo en inteligencia artificial, robótica y 5G; (iii) hipotético conflicto bélico entre Estados Unidos e Irán, que podría desatar un aumento de los precios del petróleo tal como ocurrió en 1973, 1979 y 1990.