Nueva Sociedad, 24 de junio de 2021.
En su libro «Morir por un iPhone», Jenny Chan relata la vida y las condiciones laborales de los jóvenes que trabajan en Foxconn, una empresa con sede en Taipéi que fabrica productos para Apple.
Allí demuestra que el rápido crecimiento económico chino se basa en un sistema fabril que depende de la superexplotación de cientos de millones de trabajadores y trabajadoras. Frente a la represión, estos han hallado formas creativas de resistencia, pero a veces la única opción que encuentran es el suicidio.