Revista Estudios Feministas, Florianópolis, 29 de abril de 2020.
El artículo examina tres obras literarias contemporáneas argentinas que intervienen
en las discusiones sobre el estatuto social de la violencia sexista y sus políticas de
visibilización. Desde una perspectiva enmarcada en el movimiento feminista y sus
redes afectivas, se analizan Beya (le viste la cara a Dios) de Gabriela Cabezón Cámara
e Iñaki Echeverría (2013), Chicas muertas, de Selva Almada (2014) y Porqué volvías
cada verano de Belén López Peiró (2018). Son obras que abordan temas clásicos del
feminismo -prostitución, feminicidio y violación- produciendo torsiones en los lugares
sociales, en las posibilidades de toma de la palabra y en los archivos. No solo marcan
la trama social que produce las violencias -y sus responsables- sino que también
despliegan políticas de resistencia que permiten a las mujeres imaginarse más allá
de victimizaciones en un colectivo amoroso.