Este estudio forma parte de una serie de informes nacionales que han
generado nueva evidencia sobre la protección financiera en los sistemas
sanitarios europeos. La protección financiera es fundamental para la
cobertura sanitaria universal y es una dimensión básica del desempeño
de los sistemas sanitarios. A pesar de haber empeorado durante la
crisis económica entre los años 2008 y 2014, la incidencia de los gastos
catastróficos en salud en España es mucho menor de lo que cabría esperar
dada la dependencia relativamente elevada de los pagos directos en
España. Esto puede explicarse por los puntos fuertes de las políticas de
cobertura en el Sistema Nacional de Salud (SNS): cobertura sanitaria
basada en la residencia, con la misma cobertura para los inmigrantes en
situación no regularizada; una cartera de servicios completa en general;
uso limitado de los copagos, y diferentes mecanismos para proteger a
los usuarios de los copagos. Sin embargo, la cobertura presenta algunas
deficiencias. Las causas principales del gasto catastrófico son la atención
dental y los productos sanitarios en todos los quintiles de consumo,
principalmente porque la atención dental y óptica están excluidas en gran
medida de la cobertura del SNS. En el quintil más pobre, la causa del gasto
catastrófico son los medicamentos de dispensación ambulatoria debido
a los copagos y a una protección inadecuada de los hogares de bajos
ingresos con personas en edad de trabajar. Para reducir las necesidades
insatisfechas y las dificultades financieras, las políticas deben centrarse en
ampliar la cobertura del SNS para la atención dental y la atención óptica,
así como seguir mejorando las modalidades de copago para reforzar la
protección de los hogares más pobres en todos los grupos de edad.